Hablando de distracciones, conversaba con Humberto Monserrat Díaz, Locutor, Compositor, Abogado y Comunicador Social con quien comparto algunas vivencias, dada la familiaridad que nos une, sobre las posibilidades (truncadas por el destino) de grabar algunas de nuestras canciones con Oswaldo Morales. Los temas los teníamos ya preparados; pero el destino nos sorprende con la infausta noticia de la muerte de Oswaldo.
Oswaldo se presentó en San Felipe en varias ocasiones y este acercamiento con él se iba a dar a través de un compadre de Humberto que ya tenía bastante adelantadas las conversaciones con Morales. Una situación infeliz vivida en familia, nos alejó del proyecto y es entonces cuando ocurre la muerte de Oswaldo el cantante cuya residencia había bautizado con el nombre de Cinco centavitos, canción que popularizara en los años 60 y 70 y quien a los doce años había grabado cuatro larga duración. Fallece de un paro respiratorio y su melodiosa voz fue oida a nivel internacional.
Además de cantante y compositor, Oswaldo Morales también ejecutó la guitarra y otros instrumentos de cuerda, impartiendo clases particulares. Si te mentí, Perdóname, Mar, Madre, Cinco centavitos y Llévatela son temas que marcaron la carrera de Morales. Había sido declarado Patrimonio Cultural por el Concejo Municipal de Libertador.
En la conversación con Humberto me entero de la muerte de otro cantante venezolano, oriundo de Cumaná y a quien también tuvimos por estas tierras. Me refiero a Enrique Rivas y de cuya muerte no se comentó nada. Cantante de Puerto Abandonado, Enrique nos dejó a los yaracuyano su voz en la canción de Jesús Colmenárez “Chivacoa encantadora”. Una canción muy linda que siempre vamos a escuchar con placidez dada la admiración que sentíamos por Enrique y por la hermandad que nos une a Jesús Colmenárez.
lunes, 29 de marzo de 2010
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